lunes, 8 de abril de 2013

Un estilo desbordante.




   El Rococó surgió en la segunda mitad del siglo XVIII en Francia y llevó a la acumulación desbordante de elementos decorativos tanto en arquitectura como en pintura, así como en los mobiliarios de la época.
   Aquí os presento algunas de las características del Rococó y después pasamos a lo que de verdad me gusta, a ver cuadros.

   - La decoración es completamente libre y asimétrica predominando las formas onduladas e irregulares y los elementos de la Naturaleza.

   - Los temas más frecuentes son las fiestas galantes y campestres, las historias pastoriles, las aventuras amorosas y cortesanas, etc.
   - Es un arte mundano sin conexión con la religión, trata temas de la vida cotidiana con una gran superficialidad.
   - Destacan las composiciones sensuales, frescas y alegres con predominio de colores pastel, claros y suaves.
   - La mujer se convierte en el foco de inspiración, ya que es considerada la figura más sensual y bella.
   - Es un arte aristocrático con gusto por lo elegante, refinado, íntimo y delicado. Por esto, es considerado por algunos como un arte frívolo.
 

   Dicho esto quiero incluir en esta entrada el tan conocido cuatro de Fragonard, El columpio. No me digáis que no dan ganas de montarse. ¿Os habéis fijado en aquella figura del fondo, que está supuestamente empujando a la mujer del columpio? ¿Y aquella otra del suelo con el brazo en alto? Todo esto solo para conseguir una perfecta diagonal que transmita movimiento, ¡lo que hay que hacer!


























Aunque el cuadro más destacado de este periodo es este, aquí podéis contemplar otros cuantos para deleitaros la vista con el color y la armonía de los mismos.


































Este último lo incluyo porque me hizo gracia la posición de la chica, aunque realmente no me parece un gran ejemplo de pintura rococó por los colores un poco apagados que tiene...Vosotros diréis.

 

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